El TÍBET... un viejo sueño... varias veces abandonado... difícil de materializar... por muchas y diversas razones...
Finalmente nuestro amigo Jean-Pierre lanza un proyecto en el pasado mes de marzo.
Después de muchos contratiempos, conseguimos salir el 6 de septiembre.
Nos queda cruzar los dedos para que todo salga bien hasta el último día del viaje.
Nos juntamos en Kathmandu once amigos de la Association Culturelle France-Népal para encontrarnos con Krishna, nuestro guía nepalí, a fin de terminar de preparar todo el papeleo exigido para el vuelo hacia Lhasa, el viaje a Tíbet con la visita al Campo Base del Everest y la vuelta de la montaña sagrada Kailash.
Kathmandu está cambiando muy poco si no es a peor: caos circulatorio, ruido, polución... y por supuesto todos los estigmas del terremoto del 2015.
Thamel en Kathmandu
Tiendas donde viven los que han perdido sus casas en el último terremoto
Ruinas e intento de reconstrucción cerca de Durban Square
Después de dos días en Kathmandu, volamos hacia Lhasa. Nuestro amigo Jean-Pierre que estuvo allí hace más de 30 años no reconoce nada. El aeropuerto consistía en unos barracones de madera. Del aeropuerto a Lhasa son 60 kilómetros por una increíble autopista con elegantes puentes, amplios túneles y un derroche de luces.
En el aeropuerto, donde tenemos cinco controles antes de poder salir, nos esperan Jack-Choedar nuestro guía y Ngawan Kalden, nuestro chofer; los dos tibetanos. Si al principio, Jack es muy discreto sobre la situación política de Tíbet, poco a poco, la confianza entre nosotros se instala, y él nos explica muchas cosas de la realidad cotidiana.
Llegada al aeropuerto de Lhasa
Atravesando los nuevos barrios de Lhasa
Primera vista del POTALA desde el autobus
Barrio de BARKHOR, núcleo de la capital tibetana y muy bien restaurado
Estaremos dos días en Lhasa visitando los palacios Potala y Norbulingka, el templo Jokhang situado en el centro del barrio de Barkhor donde los tibetanos hacen la Kora, su peregrinación dando la vuelta al templo, y los monasterios Drepung y Sera.
El grandioso Potala Palace... su belleza sobrepasa todo lo que una se imaginaba
Pelegrinas Tibetanas en el Potala
Vista de Lhasa desde lo alto del Potala
Una pintura en el Potala
Al salir a la calle, no podemos olvidar que estamos "en China"
El Jokhang Temple
Oraciones en el templo
Una pintura negra en el Drepung Monastery
El Drepung Monastery
Entrada al Norbulingka Palace
El Norbulingka Palace
Después de Lhasa, empieza un viaje de 15 días durante el cual vamos a ir hacia el oeste, en la frontera con India, vamos a hacer casi 4000 kilómetros en total a una altitud entre los 3600 m de Lhasa y los 5660 m del collado Droma La del Kailash. La aclimatación de las tres noches en Lhasa es bien corta, sabiendo que al cuarto día entre Lhasa y Gyantse, pasamos un collado a 5300 m, pero es cuestión de prepararse por la mañana con mucho tiempo por delante, de andar despacio, de subir escaleras cada cual concentrado en su respiración, de estar muy consciente de las reacciones de su cuerpo... Cada vez en altitud, es para mí, un intento de experimentar algo muy alejado físicamente de lo cotidiano al borde del mar.
Llegaremos al Campo Base del Everest en cuatro días, pasando por la ciudad de Gyantse (3950) por el collado de Karo La (5300), la ciudad de Shigatse (3900), de Shegar (4500) y finalmente Rongbuk (5100) por el collado de Pang La (5150). El paisaje es alucinante. Desde el autobús que nos hace atravesar esta meseta tibetana, intento impregnarme de todas las maravillas que nos rodean. Esto está facilitado por el hecho de que la velocidad del conductor está estrictamente controlada con numerosos check-points casi en cada cincuenta kilómetros. Y si no es la velocidad, son los viajeros... cuantas veces, habremos sacado nuestros pasaportes!
Entre Lhasa y Gyantse siguendo el Brahmaputra
El Yamdrok-Tso que vamos a seguir durante 40 kms
Es uno de los tres lagos sagrados de Tíbet
Al borde del Yamdrok-Tso, Tibetana esperando el turista
Atravesando el pueblo de Nangartse
El famoso collado Karo La y su glaciar al borde de la carretera (5300 m)
Entre Nangartse y Gyantse
Típica casa tibetana en Gyantse
En Tíbet, no hay arboles.
Los campesinos hacen secar la boñiga de sus vacas que será utilizada como combustible.
El templo de los mil Budas de Gyantse desde la ventana de nuestro lodge
En el templo de Gyantse
El templo de Gyantse
Entre Gyantse y Shigatse
Nuestro hotel en Shigatse, 2ª capital del Tíbet, será el último sitio "elegante" de nuestro viaje.
A partir del día siguiente, hacia el oeste, todo va a ser mucho más primitivo.
Monasterio de Shigatse
La bandera de China está presente por todas partes
Entre Shigatse y Shegar
Entre Shigatse y Shegar, hay el punto que marca la distancia con Shanghái... 5000 kms
Es la carretera más larga de China que va de Shanghái a la frontera con Nepal (5830 kms). Se llama "la carretera de la amistad" pero como dice nuestro guía, hay controles y checkpoints por todas partes.
Campesina tibetana
Entre Shigatse y Shegar, el collado Tsuoa La (4530 m)
Entre Shigatse y Shegar, almuerzo en la carretera
Durante nuestro almuerzo, dos nomadas nos observan
Estas situaciones se repiten muy a menudo durante el día: ellos nos observan como nosotros lo hacemos con ellos. Es como un juego recíproco y basta con sonreirles abiertamente para tener unas sonrisas maravillosas de su parte.... y tanto de parte de los hombres como de las mujeres.
Entre Shigatse y Shegar, el collado de Lhakpa La (5267 m)
Es la entrada al parque Nacional del Everest
Entre Shigatse y Shegar
L@s Tibetan@s conservan sus costumbres para peinarse y vestirse
y hablan en casa y entre ellos la lengua tibetana a pesar de estudiar ahora el chino en las escuelas
El viernes 16 de septiembre, septimo día del viaje en Tíbet, vamos a recorrer la carretera entre Shegar y Rongbuk, pueblo-monasterio situado a cinco kilómetros del Campo Base del Everest (EBC). Si hay suerte hoy, esperemos ver el Everest desde su cara norte.
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Mi viaje sigue en la segunda parte....
Argazki zoragarriak Miren Beste mundu bat seguruenik.
ResponderEliminarBai, beste planetan bezala...
EliminarMilesker
Erreportai bikaina! Gure etxetik mundu horretara joateko aukera eskaini diguzu oraingoan ere. Ederra benetan.
ResponderEliminarMilesker, Tzazu... lan handia da baina pena izango zen holako bidaia ez partekatzea.
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